
¿Qué, Cómo, Dónde?
El presupuesto de su remodelación depende de tres preguntas: ¿qué, cómo y dónde?
El presupuesto de una remodelación está sujeto a las tres preguntas básicas que debemos hacernos al momento de pensar en un proyecto de construcción. Tomemos la remodelación de una cocina, por ejemplo, o lea el siguiente artículo.
El valor de una remodelación depende directamente del tipo de obra que se requiera, empezando por la pintura, y pasando por obras civiles, demoliciones, mampostería, cambio de aparatos sanitarios y cocina completa.
Esto es quizá la diferencia entre Renovar y Remodelar.
Renovar es: hacer que una cosa adquiera un aspecto que la haga parecer nueva.
Remodelar es: modificar la manera en que está estructurada u organizada cierta cosa. (tomado de Wikipedia.com)
Cambiar el enchape de piso de una cocina, pintarla, cambiar el mesón de trabajo, los muebles, es Renovar.
Demoler la cocina y cambiar la disposición de ella, es Remodelar.
El concepto Remodelar es mucho más amplio, complejo y por ende costoso que el concepto Renovar.
Usted está leyendo estas líneas porque está buscando una respuesta a la pregunta: ¿cuánto cuesta remodelar? Lo invito a leer este artículo.
Antes de poder darle un valor a su proyecto, como lo dijimos en las primeras líneas, es necesario saber qué quiere hacer en su vivienda, qué espacios quiere remodelar, qué acabados quiere cambiar, qué disposición de espacios quiere modificar.
El presupuesto de remodelación puede resolverse de dos maneras, es lo que le digo a la mayoría de mis clientes.
1. Haciendo un presupuesto detallado
Descripción completa de lo que se quiere hacer, esto incluye actividades, áreas, cantidades, diseño, acabados, etc. De esta manera, yo desarrollo un presupuesto de cada ítem y lo someto al cliente para que lo estudie. Al final me dirá si está de acuerdo con el valor, si quiere hacer algunos ajustes, y se da luz verde para iniciar obra. La pregunta sería: ¿cuánto me cuesta hacer X?
2. El cliente me cuenta qué cantidad de dinero quiere disponer
Para su obra y yo le hago un presupuesto de actividades que llegue a ese tope. Es muy probable que en este caso no se logre realizar todo lo que el cliente tiene en mente y hay que darle prioridad a ciertas actividades. La pregunta sería: ¿qué puedo hacer con X plata?
Son dos formas muy diferentes de abordar un presupuesto de remodelación, pero dos caminos válidos que pueden llegar a un mismo resultado.