¿Es necesario un Arquitecto?

Hoy les traigo un artículo corto donde quiero contarles una experiencia real durante una obra (que no se ha terminado), en donde se evidencia la necesidad de contratar un arquitecto para una obra de remodelación.

En enero de 2016 inicié una obra de remodelación en un apartamento dúplex al norte de Bogotá, en Chapinero Alto. El post inicial que escribí por ese entonces se titula ¿Cuánto tarda una obra?, y todavía no sabía cuánto iba a durar.

Estamos a finales del sexto mes de este año, a 22 de junio para ser exactos, y debo decir que la obra todavía está cruda, ¿por qué?

Por una sencilla razón: el cliente decidió no contratarme para varios capítulos del presupuesto, entre ellos, la renovación de los pisos y la electricidad.

Entremos en detalles.

Primero: Es un apartamento de 2 plantas. En el primer piso, salón-comedor, baño social, escalera, cocina y cuarto de servicio. En el segundo, tres habitaciones y dos baños.

La idea inicial era cambiar sólo el piso de la planta baja, una antigua cerámica por un parquet en madera maciza Guaimaro. Cuando se firmó el presupuesto inicial, estaba previsto que yo hiciera el trabajo. 

El cliente transfirió a mi cuenta una suma equivalente al anticipo de inicio de obra y yo procedí a comprar la madera al día siguiente. Tuve la imprudencia de no  hacerle firmar ningún documento donde validaba la realización del piso según la muestra de madera que le había procurado.

(Muchas veces actúo rápido confiando en la palabra del cliente. Si procedo a hacerle firmar actas cada vez que se toma una decisión, es engorroso y demora todo el proceso de la obra. FATAL ERROR)

Al día siguiente de haber comprado la madera, me dice mi cliente que ha conseguido un proveedor con un mejor precio y que por lo tanto retira el capítulo del presupuesto, y yo ya había comprado la madera!

Le expliqué la situación pero no quiso entender, arguyendo que no me había validado “por escrito” la compra del material ni aprobado la muestra.

No quise entrar en discusión, debí hacerle firmar un acta.

Por suerte estaba a punto de empezar otra obra donde iba a instalar un piso igual, así que utilizaría buena parte de la madera ya comprada y la cobraría de todas formas, al mismo precio. (ver foto)

Muy bien, problema inmediato solucionado. El presupuesto se bajó considerablemente, arrastrando mis honorarios ya que se trataba de una administración delegada.

Primera conclusión: han pasado 6 meses desde el inicio de la obra y el proveedor del piso de madera no ha terminado de instalarla al 100%, faltan los pirlanes, los guarda-escobas, no ha pulido y no ha lacado. (El otro apartamento lo entregué a principios de abril, y era más grande y más complejo)

 

Segundo: El capítulo de Electricidad y Datos.

El cliente es un ingeniero eléctrico, y, para ser muy sincero, bastante “complicado” como cliente. Desde un principio quiso que el capítulo en cuestión fuera mucho más extenso que lo previsto, pero al mismo precio.

En otras palabras, quería una tortilla para 6 personas rompiendo sólo 2 huevos.

Al ver lo que se me venía encima con su manera de ser y siendo él mismo ingeniero electricista, le propuse desde el principio que realizara por sus propios medio el capítulo.

Me explicó que gran parte del trabajo lo haría con sus propias manos.

Las actividades eran las siguientes: demoler, hacer regatas, empacar escombros en lonas, sacar los escombros (lo que implica caminar más de 100 m con un bulto al hombro), meter tubería, conectar curvas y derivaciones, cajas eléctricas, resanar regatas, cablear y montar aparatos.

¡Nada más y nada menos!

Yo por dentro me sentí aliviado, y confieso que dejé escapar una ligera sonrisa de sólo imaginarme que el señor cliente iba a realizar todo eso con sus propias manos, o pagando de vez en cuando un ayudante, como así presumía.

Detalle 1: el cliente empezó a romper todos los muros y los techos, y cuando se dio cuenta que el volumen de escombro generado se salía de sus manos, me llamó en auxilio. Sólo lo ayudé consiguiendo un encargado de retirar las lonas y evacuarlas. Al cabo de varios días de trabajo intermitente, abandonó la actividad. Por casi dos meses, el trabajo de electricidad estuvo detenido. Mientras tanto, yo terminé todo lo que estaba contratado, cocina, enchapes, escalera.

Detalle 2: cuando retomó la actividad, le dio por multiplicar los puntos de iluminación y datos (no quería nada en “wi-fi”, solo cableado). Es decir que la demolición se duplicó, la retirada de escombros también, y se atrasó aún más todo.

Me pidió una vez más ayuda con el tema, y le envié un electricista joven y con ganas de trabajar, pagado por él mismo. Yo no quería involucrarme, sólo quería que terminaran el capítulo para poder estucar y pintar, que era lo único que tenía pendiente en mi contrato inicial.

Segunda conclusión: todo el mes de mayo y lo que va de este mes de junio se la han pasado trabajando en la parte eléctrica. Primero, por el resultado de la mala organización del cliente y segundo, porque sólo contrató un operario, cuando se necesitaban por lo menos 3 para avanzar a buen ritmo.

GRANDES CONCLUSIONES

  1. Una obra que debía tardar 2 meses como mucho, va en 6 meses y contando!
  2. No he podido terminar la pintura general, aunque ya empecé por el segundo piso.
  3. El primer piso está lleno de escombros de la parte eléctrica y seguirá demorando el tema pintura.
  4. El piso de madera contratado con un tercero, no ha sido terminado y no veo ninguna actividad en pro de solucionar el tema.
  5. El cliente ha estado pagando su hipoteca y el arriendo en el apto que ocupa provisionalmente mientras dura la obra. Es decir, paga 2 arriendos.
  6. Dice que va a mudarse así esté el apartamento en obra, y tiene 2 hijas pequeñas, a las que quiere evitarle cualquier contacto con ondas invisibles de tipo Wi-Fi. Me pregunto qué harán con el polvo que va a generar la pulida del piso en madera.
  7. El tiempo que el cliente dedicó a trabajar en el capítulo electricidad, buena parte de sus vacaciones, horas extras entre semana y muchos fines de semana, es un tiempo que pudo haber gastado en familia, y no enterrado en una obra más empolvado que cucaracha de panadería.
  8. ¿Hay algún tipo de ahorro de dinero en alguno de los siete puntos anteriores? Si alguien lo ve de otra manera, que me explique por favor.

 

SAQUE SUS PROPIAS CONCLUSIONES

El tema de este artículo: ¿Es necesario contratar un arquitecto?

Queda claro, con este ejemplo, que vale más pagarle a un experto en obras que “tratar” de ahorrar dinero donde no se puede, perdiendo tiempo y comprando problemas.

 

Detalle tipo “estocada final”: El piso de la segunda planta, que no estaba previsto cambiarlo, el cliente lo desmontó por completo. Quiere cambiar la antigua madera laminada, y no veo las intenciones de instalarlo antes de mudarse.