
La cocina está compuesta por tres grandes capítulos:
- Lo que compone el espacio: piso, muros, ventanas, puertas.
- Lo que compone el mobiliario: mesón, muebles altos, muebles bajos, alacena.
- Los equipos: poceta lavaplatos, estufa, campana, nevera y otros electrodomésticos.
En este orden, podríamos decir que van de menor a mayor presupuesto en el monto global del proyecto de cocina. Las opciones del primer grupo se limitan a la textura que se instale en los pisos y en los muros, a la pintura, al reemplazo de puertas y ventanas. Estamos hablando de enchapes, cerámica, porcelanato, estucos, pintura, carpintería de aluminio y madera.
Las opciones del segundo grupo son un poco más complejas y milimétricas, en el sentido que la fabricación debe ser muy precisa después de la toma de medidas en obra. Un error de 2 o 3 milímetros puede tener una repercusión importante en el cerrado perfecto de una bisagra, por ejemplo. Estamos hablando de muebles bajos y altos, y en ellos hay muchos tipos. Puertas batientes, proyectantes, cajones corredizos, bisagras de cierre lento, botones de Push, manijas, luces, motores y sensores, herrajes nacionales o importados, canastas divisorias, accesorios interiores, etc.
Digamos que esta es la parte interior, la mecánica del asunto. Ahora hay que escoger los acabados. Madera y todos sus derivados, Madecor, chapillas, metal, acero inoxidable, vidrio, policarbonato, etc. El tipo de pintura que se le aplique a esa «fachada» de la cocina, va a ser determinante. No es lo mismo unas puertas de muebles bajos en pintura tipo «lacada» a pintura tipo «poliuretano». El precio puede variar de 1 a 3.
Por último, están los equipos, los aparatos, los electrodomésticos. Hagamos una lista sencilla: la poceta de lavaplatos, el grifo del lavaplatos, la ducheta en su defecto, el lavavajillas, la estufa, la campana, el horno principal, el horno microondas, la nevera, la nevera de vinos. Sin hablar de los pequeños aparatos que acompañan nuestras cocinas, como son, la cafetera, la licuadora, la batidora, la tostadora de pan, la exprimidora de naranja, el robot multifuncional, el horno pequeño para dorar, etc.
Detallemos un poco puntos importantes como la poceta del lavaplatos y su conjunto, hagamos una lista en forma de preguntas:
- ¿Poceta lavaplatos en acero inoxidable, en concreto, en piedra u otro? ¿Cómo se instala?
- ¿Poceta de sobreponer o de pegar por debajo del mesón?
- ¿Poceta de un solo compartimiento o dos? ¿Dimensión?
- ¿Escurridero integrado? Está previsto un escurridero?
- ¿El grifo del lavaplatos: de mesón o de pared? dimensión?
- ¿El grifo es monocontrol o de dos mandos? Cómo es el cuello? ¿Alcance del chorro?
Sólo con estas preguntas, podríamos determinar muchos otros elementos que componen el proyecto integral de la cocina, y todo lo que no se “vé”, que hace parte de lo técnico, para que esto pueda funcionar. Con esto quiero hablar de las redes hidro-sanitarias y eléctricas, la llegada y salida del agua, la altura de los sifones y desagües, la profundidad de los tubos, las mangueras, la altura y la cantidad de tomas eléctricas, los registros, etc.
Los 3 grupos elementos principales que componen la cocina citados anteriormente, el espacio, el mueble y los equipos, deben ser estudiados en detalle planteándose las preguntas de rigor que permitan llevar a cabo en detalle el proyecto. Ya se podrán imaginar que son más de 30 preguntas las que debemos responder si queremos hacer bien el trabajo.
En mi trayectoria he diseñado y construido cocinas de muchos tipos, repasemos algunas: la cocina de una casa en Palermo, la cocina de Andrés Carne de Res Exprés en Multiparque, la ampliación de la cocina de El Tambor en Multiparque, las cocinas de varios apartamentos al norte de Bogotá, trabajando con empresas colombianas e Italianas, y dos cocinas en Chapinero, un poco más modestas.
En los próximos días, empezaré la remodelación total de una casa al occidente de Bogotá, el presupuesto global es un poco apretado, y la clienta me solicitó remodelar su cocina al menor costo posible, un gran reto.
Una cocina económica, reciclando los electrodomésticos, digamos que sólo reemplazando la poceta del lavaplatos que actualmente es en acero inoxidable. El resultado sería el siguiente: pisos en cerámica, enchape en las paredes, pintura de techo. La ventanería no se interviene. En cuanto al mesón, mampostería en bloque de arcilla + pañete + acabado en porcelanato de 60×60 cm. El mesón, al ser de 60 cm en una cocina, se adapta perfecto al tamaño del porcelanato. Mucho más económico que un mesón en granito o en mármol, o sencillamente en acero inoxidable, o en madera maciza, o en Corian.
Los muebles bajos y altos, Madecor de color uniforme, bisagras estándar y puertas batientes sin botón de Push y sin manijas, la ergonomía se centra en los bordes achaflanados. Alacena de puerta batiente, entrepaños en Madecor, evitar las canastillas, evitar el vidrio translúcido, evitar el poliuretano, evitar los remates en aluminio. Ahí está el secreto.