Existen, claro que sí.
¿Pero existen remodelaciones sin problemas? Claro que no.
La idea es prevenir, minimizar y resolver bien los problemas que se van a presentar.
Hablemos de las remodelaciones perfectas, ese ideal que todos buscamos cuando empezamos una obra.
Vamos a imaginarnos que estamos frente a una remodelación de un apartamento, en donde se va a cambiar por completo cocina, baños, pisos, redes, ventanas y carpintería.
La secuencia perfecta:
- Antes de empezar la obra, realizar las actas de vecindad y permisos.
- Organizar la logística de la demolición.
- Contratar un maestro experimentado, lo ideal es que lo lleve el arquitecto.
- Contratar una empresa de plomería, evitar “plomeros” empíricos.
- Contratar una empresa de electricidad, evitar “electricistas” empíricos.
- Contratar las empresas de los diferentes capítulos a realizar, pedir garantías.
- No dar órdenes a los obreros o contratistas sin pasar por el arquitecto.
- Hacer los pagos oportunamente y mantener fluidez en caja menor.
- Dejar que el arquitecto resuelva los problemas que se presenten.
- Entregar obra a satisfacción.
Es muy fácil realizar una remodelación perfecta sobre el papel.
Es posible hacer una obra que fluya correctamente si dejamos al arquitecto encargarse de todo y si escogemos buenas empresas y sobre todo, buenos materiales y buenas marcas. Esto es muy importante.